Sunday, April 26, 2020

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 8) “... y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” (Mateo 24:7)

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 8)
“... y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.” (Mateo 24:7)

En esta publicación estaremos viendo parte del dramático cumplimiento de las profecías, en el aumento de las enfermedades (pestes o plagas), el hambre y los terremotos por todo el mundo. Son condiciones que se han dado a través de la historia, pero Jesús profetizó que en los días finales de esta era, tendrían lugar con mucho más frecuencia, en mayor grado y a través del planeta. Hemos visto con el COVID-19 que las plagas, no solamente provocan la muerte de las personas, sino que destruyen la economia, la vida social de los pueblos y causan un ambiente de incertidumbre y desasosiego. La mayor parte de esas plagas son viruses que se introducen al núcleo de las células y no hay medicamentos que los puedan combatir. Lo que manda es la prevención y fortalecer el sistema inmunológico, para que el mismo cuerpo pueda luchar contra el virus, creándole un ambiente incómodo, obligándolo a salir. En el mejor de los escenarios, cuando salen desaparecen, pero en el peor, mutan y se vuelven más fuertes y resistentes a los tratamientos.  

La plagas más letales de la historia han sido:
  1. La peste negra (1347- 1351 dC.)- Mató doscientos millones de personas; entre el 30-50% de la población europea y tardaron 200 años en recuperarse.  
  2. La viruela (1520)- Aniquiló el 90% de los nativos americanos, causando también muchos estragos en Europa. Se calcula en 56 millones las muertes por esa pandemia. 
  3. La gripe española (1918-19)- Dejó entre 40-50 millones de víctimas fatales. 
  4. VIH/SIDA (1981- actualidad)- A pesar de que la medicina ha hecho avances para controlarla, esta plaga ha cobrado la vida de 25-35 millones de personas. 
  5. COVID-19 Surgió en enero de este año y ya ha cobrado la vida de más de 200,000 personas, todavía no hay vacuna para esta enfermedad.

Han habido muchas otras pandemias durante los últimos cincuenta años, tales como: El cólera, la fiebre aviar, la fiebre porcina, el ébola, el SARS, entre otros. A pesar de que la cantidad de muertes ha disminuido, por el adelanto de la ciencia y el clamor de la Iglesia, la señal del aumento de las plagas está en desarrollo y no sabemos cuántas más azotarán al mundo antes del arrebatamiento. Esto es principio de dolores; el Espíritu Santo obrando a través de la Iglesia, juega un papel muy importante para minimizar los estragos que causan estas plagas, (2 Tesalonicenses 2:7-10). Las plagas naturales y las que son alteradas en laboratorios para ser usadas como armas biológicas, son parte del misterio de la iniquidad que pretende apoderarse del mundo. Se sospecha que la agenda es matar al 90% de la población mundial y el 10% que sobreviva, marcarlos con el chip de identificación personal (RFID) para tener control sobre las personas que vivan bajo el nuevo orden mundial. 

El aumento del hambre en el mundo es otra de las señales profetizadas por Jesús.   Sobre 820 millones de personas sufren hambre en el mundo y alrededor de 2000 millones sufren su amenaza. El hambre causa un inmenso sufrimiento y en ocasiones la muerte. Miles de niños mueren a diario, en todas partes del mundo. Aquellos que sobreviven la desnutrición infantil temprana enfrentan problemas de aprendizaje y salud por el resto de sus vidas. Las razones para el hambre son variadas; sin embargo, se supone que el planeta produzca alimentos para todos, no debería haber ninguna persona en el mundo que padeciera hambre, conforme al modelo original de la creación. Sin embargo el ser humano, en su ceguera espiritual, ha hecho mal uso de los recursos, lo que ha provocado grandes daños al ecosistema.    
Las guerras son una de las causas principales por la cual los pueblos padecen hambre, ya que destruye la agricultura, los sistemas de agua y saneamiento son destrozados, los centros de ayuda médica quedan inutilizados y se dificulta la ayuda humanitaria. 
El calentamiento global es otra importante causa del hambre. El uso de combustible fósil (petróleo y sus derivados) ha causado un grave daño a la capa de ozono en la atmósfera, dejando de filtrar los rayos ultravioletas del sol y provocando el sobrecalentamiento hasta las partes más profundas de la tierra. Este aumento de temperatura provoca graves sequías y el aumento del desierto en diferentes partes del mundo se hace evidente en mayor extensión de terreno e intensidad. Se han hecho muchos esfuerzos por mitigar el hambre en el mundo, pero se ha hecho difícil, debido a las condiciones del cambio climático y las guerras en diferentes partes del mundo. 
En América Latina alrededor de 42.5 millones de personas están subalimentadas (6.5% de la población). En el Caribe la cifra se dispara a 16.5%, mayormente en países como Haití, Cuba, República Dominicana, donde los niveles de pobreza de la población regular no les permiten acceso a una buena alimentación. 
Sería posible erradicar el hambre si las riquezas del planeta se distribuyeran de manera equitativa; si las personas que tienen grandes riquezas aportaran a esta causa, se podría trabajar en el reacondicionamiento de la tierra, trayendo agua de diferentes fuentes, a través de sistemas de irrigación en cadena, tal como hizo Israel cuando recuperó su tierra en el año 1948. Pero sabemos que eso está fuera de la realidad, porque los que tienen mucho se olvidan de los que no tienen, lo que nuevamente nos hace ver que la causa de la miseria en el mundo se debe a la misma insensatez y avaricia de los seres humanos. 
Ya Dios lo había anticipado, cuando le dijo a Adán que a causa del pecado, la tierra se convertiría en un lugar difícil para vivir, 
“Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.” (Génesis 3:17)

Esto se ha visto a través de la historia y mucho más en estos tiempos finales. Pero no todo está perdido, porque Dios está dispuesto a escuchar el clamor sincero de su pueblo y traer restauración, “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” (2 Crónicas 7:14)

No todo el mundo está dispuesto a aceptar estas condiciones de Dios, por lo cual el hambre seguirá siendo una señal de los últimos tiempos, sin embargo, para las personas, familias y  pueblos que obedezcan el llamado del Señor, habrá provisión y abundancia. 

Los terremotos son otra señal importante de los últimos tiempos, el Señor ha dicho en su palabra que los terremotos y otras catástrofes naturales irán en aumento, a medida que se acerca su venida. (Marcos 13:8; Mateo 24:7)
En los últimos años ha subido la frecuencia y la magnitud de los movimientos sísmicos, aún en lugares que no se consideraban de riesgo sísmico.  
Los temblores de tierra son resultado de alteraciones y cambios naturales que ocurren en la superficie de la tierra provocado por inmensas grietas, de gran profundidad, que corren por debajo de la corteza terrestre, tanto en la profundidad de los océanos, como por debajo de los continentes. 
A medida que el tiempo avanza y el sobrecalentamiento global sigue acumulándose, la presión de calor desde el centro de la tierra se hace evidente en desastres naturales, como los terremotos, erupción de volcanes, descongelamiento glaciar, aumento en el nivel de los océanos, huracanes y tornados de gran intensidad en algunas regiones, sequías extremas en otras, surgimiento de nuevos viruses que pueden ser mortales, hasta cambios en la psiquis humana, por lo que los problemas emocionales y mentales van en aumento constantemente. La misma naturaleza busca su equilibrio y convulsiona, (Isaías 24:19-23). 
En la actualidad tenemos el volcán más grande del mundo en el estado de Wyoming, USA.; se trata del volcán de Yellowstone, este es un volcán grado 8 en la escala de 8, del Índice de Explosividad Volcánica y ha hecho erupción tres veces en los últimos 2,1 millones de años; su erupción más reciente ocurrió hace 640.000 años. Una erupción en Yellowstone no se parecería a nada que haya visto la humanidad anteriormente.
Al día de hoy, se mantiene muy activo y preocupando a los expertos. Previo a la explosión se presentarían terremotos cada vez de mayor intensidad, señal de que el magma debajo de Yellowstone sube apresuradamente hacia la superficie. Luego el magma saldría proyectado desde el suelo en una erupción descomunal, descargando los gases tóxicos de las entrañas de la tierra en el aire. Esto continuaría durante días y Yellowstone quedaría sepultado en lava dentro de un radio de más de 60 kilómetros.
Los vulcanólogos creen que la erupción del volcán enterraría amplios trechos de Colorado, Wyoming y Utah bajo una capa de 90 centímetros de ceniza volcánica tóxica. Se perderían las cosechas; los pastizales se contaminarían; los cables de alta tensión y los transformadores eléctricos quedarían inservibles, lo cual podría afectar gran parte de la red eléctrica. Las placas tectónicas más temibles, como la falla de San Andreas, serían desplazadas, dando lugar a terremotos cataclísmicos, en cadena con otras fallas de la región, las cuales harían desaparecer las islas del Caribe y los montes. Todo el hemisferio occidental (desde Canadá hasta Argentina) se vería sumido en el desastre. Por esta razón es que no vemos a Estados Unidos mencionado en los eventos del fin. Quedarán tan afectados en todos los niveles, que no tendrán la capacidad de levantarse para ser parte del nuevo orden mundial. Los efectos de esta gran erupción se mencionan en el juicio del sexto sello, (Apocalipsis 6:12-17). Será tan grande y espantoso lo que sucederá, que las personas se darán cuenta de que el “día de la ira de Dios ha llegado.” 
Los modelos de los meteorólogos han revelado que la nube volcánica podría propagarse a nivel global, si la erupción ocurriera durante el verano. Conforme la nube tóxica bloquee la luz solar, las temperaturas mundiales promedio podrían caer significativamente y no volver a la normalidad durante varios años. La lluvia se reduciría de forma pronunciada. Eso podría ser suficiente para desencadenar el final de las selvas tropicales y la agricultura colapsaría. Sería la mayor catástrofe desde los albores de la civilización. 
Quiero recordarte que la Iglesia verdadera no pasa por ese tiempo, tiene que ser arrebatada antes de que empiece cualquier evento mencionado desde el capítulo 4:1 de Apocalipsis en adelante. No olvidemos que ese es un “tiempo de ira” y no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:9)
Hay una hermosa promesa de Jesús para su pueblo fiel, “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” (Apocalipsis 3:10,11)

Monday, April 13, 2020

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 7)

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 7)
“Y oiréis de guerras y rumores de guerras…” Mateo 24:6-8

“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” (Mateo 24:6-8)   

Otra de las señales de los últimos tiempos que presenciamos en la actualidad es el aumento de las guerras por todo el mundo. Los conflictos bélicos siempre ha existido de una manera o de otra a través de la historia de la humanidad. Sin embargo, la profecía de Jesús apunta a un tiempo donde las discordias entre las naciones llegarían a un punto irreconciliable y las guerras serían la manera de intentar imponer la filosofía política de unas sobre otras.  

Durante el siglo 20 se pelearon las dos batallas más grandes que se ha conocido: La primera y la segunda guerra mundial, donde murieron más de 20 millones de personas, muchos de ellos, civiles inocentes. La cifra de muertos se multiplica en la llamada “guerra fría”, donde el estilo de combate convencional fue sustituido por el estilo “guerrilla”, donde los soldados se confunden entre los civiles. El negocio de fábrica de armamentos se convierte en el más lucrativo, siendo los suplidores para ambos bandos de los conflictos. A continuación les damos un breve resumen de las guerras que tomaron lugar desde principios del siglo 20 hasta el presente: 

La primera guerra mundial- 1914-1918- La Primera Guerra Mundial fue una confrontación bélica originada en Europa. Era una época de expansionismo imperial, donde las grandes potencias militares procuraban la conquista y el dominio de otros países. Se disfrazó esta razón con un conflicto surgido por el asesinato del heredero al trono austro-húngaro (Francisco Fernando) en la ciudad de Sarajevo, Serbia. El gobierno de Austria-Hungría acusó a Serbia del magnicidio y le declaró la guerra el 28 de julio de 1914. Rusia se unió al conflicto, apoyando a Serbia; Alemania entró, apoyando al imperio austro-húngaro; Francia respaldo a Rusia. Para noviembre de ese año, se integró el imperio otomano e Italia. Bulgaria se unió a la guerra en 1915, Rumanía en 1916 y Estados Unidos en 1917. Se consideró una guerra mundial, porque se vieron involucradas las grandes potencias industriales y militares de la época. El conflicto terminó en noviembre del año 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio del Tratado de Versailles.   
Esta guerra dejó entre nueve y diez millones de muertos y unos veinte millones de soldados heridos. De forma adicional, se estima que las víctimas civiles ascendieron a más de siete millones. Muchísimos heridos sufrieron desfiguraciones, amputaciones y numerosas discapacidades permanentes que les impedían llevar una vida civil normal, en una sociedad donde no existían prótesis modernas, ni médicos profesionales para la rehabilitación. Un sin número de veteranos murieron después de la guerra, a consecuencia de las heridas sufridas o por enfermedades contraídas en el frente. Entre los heridos habían muchos objetores de conciencia que se habían negado a participar en la guerra y que a menudo, a pesar de no tener ninguna patología, habían sido condenados a prisión o internados en centros psiquiátricos para evitar “que hicieran decaer la moral de las tropas”. Es realmente lamentable ver cómo tanta gente tiene que morir por la ambición desmedida de los “grandes intereses”. 

Segunda guerra mundial- 1939-1945- La Segunda Guerra Mundial fue el segundo gran conflicto a escala global que tuvo lugar entre los años 1939-1945. Fue la mayor contienda bélica de la historia, movilizó más de cien millones de militares, generando un estado de guerra generalizada, donde los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias. Esta guerra estuvo plagada de terribles abusos y violaciones a los derechos humanos más básicos. La tortura y muerte de más de 6 millones de judíos, bombardeos intensos sobre ciudades, provocando la muerte masiva de civiles, el uso de dos bombas nucleares que arrasaron con dos ciudades de Japón. Ha sido la guerra más mortífera de la historia; cobró la cifra de entre 50-70 millones de víctimas (2% de la población mundial para entonces). 
Nuevamente vemos que los motivos de esta guerra fueron ambiciones expansionistas, en este caso, de parte del régimen de Adolf Hitler de Alemania y el imperio japonés, bajo el mando del emperador Hirohito. 
Los resultados de este conflicto fueron: El colapso de la Alemania nazi, la caída de los Imperios japonés e italiano; la creación de las Naciones Unidas; el surgimiento de los Estados Unidos y la Unión Soviética como superpotencias; el comienzo de la Guerra Fría y la división de Corea. 
El número de víctimas de esta guerra se calcula entre 55-100 millones de personas. Vemos que con cada guerra se va perdiendo, en mayor grado, el respeto por la vida. 

La guerra de Corea- 1950-1953- Se llevó a cabo entre 1950 y 1953. Los países participantes  en el conflicto fueron: La República de Corea (Corea del Sur), apoyada por las fuerzas armadas de varios países comandados por Estados Unidos. Combatieron contra la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte), apoyada por la República Popular China y la Unión Soviética. La guerra constituyó el principio de la Guerra Fría, o sea, enfrentamientos políticos, económicos, social, militar e informativo, iniciado tras finalizar la Segunda Guerra Mundial entre el bloque Occidental (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos, y el bloque del Este (oriental-comunista) liderado por la Unión Soviética. 
El conflicto de Corea acabó con las vidas de más de 3 millones de civiles y casi el 15 % de la población del norte muerta, constituye una de las guerras más sanguinarias de la historia. Se considera una guerra donde nadie ganó, a la vez que hubo muchas pérdidas. Este es otro ejemplo de una guerra motivada por la ambición: Corea del Norte (comunista) pretendía acaparar el territorio de Corea del Sur (democrática).  

La guerra de Vietnam- 1955-1975- La guerra de Vietnam fue una confrontación bélica librada entre los años 1955 ​y 1975. Su propósito era impedir la reunificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. En esta guerra participó la República de Vietnam (Vietnam del Sur, capitalista) con el apoyo de los Estados Unidos y otras naciones aliadas, contra la guerrilla local del Frente Nacional de Liberación de Vietnam (Viet Cong) y el Ejército de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte), respaldados por China y la Unión Soviética, todos ellos comunistas. Se calcula que murieron en total entre 3.8 y 5.7 millones de personas. Esta ha sido la guerra más larga que ha peleado Estados Unidos hasta el momento. 

Conflicto Palestino-Israeli- Los palestinos e israelíes llevan más de 70 años en constantes guerras por la posesión y control del territorio palestino. Ambos bandos han tenido víctimas mortales y atentados violentos en un complicado escenario. La región palestina era originalmente gobernada por el Imperio Turco Otomano, quienes perdieron en la Primera Guerra Mundial y el territorio pasó a manos británicas. Luego de la Segunda Guerra Mundial, con la ayuda del Movimiento Sionista, Inglaterra abandonó el territorio de Palestina. Al día siguiente (15 de mayo de 1948), los judíos proclamaron el renacimiento de la nación de Israel, conforme a las antiguas profecías bíblicas. Al día siguiente fueron invadidos por los ejércitos de cinco países vecinos (Transjordania, Egipto, Siria, Líbano e Iraq), con el fin de destruirlo. Esta se conoció como la guerra árabe-israelí de 1948, Israel obtuvo la victoria de manera contundente. Al terminar el conflicto, el ejército israelí había conquistado el 78% de la tierra (más de lo que la ONU les había entregado) y el 22% restante se dividía entre Cisjordania y la Franja de Gaza. Israel no demoró en convertirse en un Estado con altos niveles de educación y desarrollo institucional. 
En 1967, Israel se enfrentó nuevamente con una coalición árabe, formada por la República Árabe Unida (Jordania, Iraq y Siria, apoyados por Egipto), pero la superioridad militar de Israel era evidente y los árabes cayeron derrotados. Al finalizar el conflicto, Israel había conquistado la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este y los Altos del Golan. 
Esta guerra significó la intervención de las superpotencias de la época, que se hallaban en plena Guerra Fría. Israel recibió mucha ayuda de Estados Unidos y los países árabes fueron apoyados por la Unión Soviética.
Tras la Guerra de los Seis Días, los países árabes aumentaron su enemistad contra el Estado Judío y seis años después, Egipto y Siria lanzaron una ofensiva militar por sorpresa en plena festividad del Yom Kipur, el 6 de octubre de 1973. Inicialmente los árabes obtuvieron victorias en los Altos del Golan y en la península del Sinaí, pero los israelitas realizaron contraataques exitosos. Para resumir tan extenso tema, después del año 2000, siguieron los conflictos entre Israel y el pueblo palestino, por la construcción del muro divisorio en la franja occidental, el bloqueo a la Franja de Gaza, los ataques de Hezbollah desde la región del Líbano, la amenaza de Irán, entre otros. Con el traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén (2018), se desató otra ola de violencia de parte de los palestinos en Tel Aviv. El acuerdo de paz parece no llegar, pero ya nosotros sabemos, conforme a las Escrituras, que ese anhelado acuerdo solamente lo logrará el anticristo, a través del falso pacto de paz con Israel, después de arrebatada la Iglesia, (Daniel 9:27; Apocalipsis 6:2). 

Ataque a las torres gemelas- Este fue el ataque al World Trade Center en Nueva York, uno de los centros de comercio más grande del mundo. Fueron cuatro ataques terroristas suicidas, perpetrados por el grupo islamico Al Qaeda, el 11 de septiembre de 2001. Cobró la cifra de 3,000 muertos y 6,000 heridos, según fuentes oficiales. Se considera el mayor ataque terrorista de la historia, en suelo norteamericano. Esto impulsó a Estados Unidos a una larga guerra contra el terrorismo, hasta nuestros días. 

Guerras del Golfo Pérsico- Fueron dos intervenciones militares que se ejecutaron contra el régimen de Saddam Hussein, en Iraq. La primera de ellas fue protagonizada por una coalición de 34 países liderada por Estados Unidos, contra el gobierno iraqui, por la invasión de éste a Kuwait, ciudad localizada en el Golfo Pérsico. Con la aprobación de la Organización de Naciones Unidas, la guerra comenzó el 2 de agosto de 1990 y terminó el 28 de febrero de 1991. Fue una guerra motivada por el control del petróleo en el Golfo Pérsico, uno de los principales proveedores y poseedores del crudo en el mundo. Los aliados occidentales también tenían fuertes intereses en este comercio, por lo que se movilizaron hacia la guerra.
Terminado el bombardeo, la agresión no se detuvo, pues ya para ese momento, Estados Unidos argumentaba que este país formaba junto a Corea del Norte e Irán un eje del mal contra el territorio estadounidense, por lo que en el año 2002 se reanudó, con el pretexto de que Iraq poseía armas de destrucción masiva, las cuales finalmente no se hallaron. Un intenso bombardeo contra este país terminó con el derrocamiento y ejecución de su mandatario, Saddam Hussein, ocurrida el 5 de noviembre de 2006.

Guerra de Afganistán- Esta fue una guerra que inicialmente enfrentaba al Emirato Islámico de Afganistán (los Talibanes y sus aliados insurgentes), contra una coalición internacional liderada por Estados Unidos, en respuesta a los atentados a las Torres Gemelas (9/11). El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y de paso, derrocar al gobierno del Emirato Islámico de Afganistán, gobernado por el emir mulá Omar. A juicio de las potencias occidentales, este régimen daba  refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda. A pesar de que Osama Bin Laden murió, la guerra en Afganistán continúa hasta nuestros días. 

Rumores de guerra contra Irán, Corea del Norte y Venezuela- A pesar de que no se ha concretado una guerra formal contra estos países, han habido serias diferencias y amenazas de intervención militar. 

Estas son solo algunas de las guerras más importantes que se pelearon durante el siglo pasado y parte de este. Existen muchas razones políticas, raciales, económicas y territoriales que han promovido estos conflictos, pero vamos a enfatizar en el cumplimiento profético que tienen estos eventos, anunciados por Jesús y lo que podemos esperar para los próximos años, en lo que la profecía llama “principio de dolores”. 

Algunos argumentan que Dios promovió las guerras en el antiguo Israel y sigue apoyándolo en el presente. Pero viéndolo desde la óptica del Reino de Dios, las antiguas guerras de conquista de Israel eran guerras justas y necesarias, porque se peleaban para darle una tierra a la nación portadora de la verdad de Dios, en contra del expansionismo imperial codicioso que movía a las demás naciones, al igual que en el presente. Dios quitó a naciones corruptas y perversas su territorio, para dárselos a su pueblo que haría buen uso de el. Los castigos divinos tocan a personas inocentes en ocasiones,como a los niños, aunque no afectan el estatus de su salvación personal. La muerte tocó sus cuerpos físicos, aunque sus almas fueron salvas, porque no tenían edad para elegir, ni tuvieron oportunidad de conocer al Dios verdadero. El mismo horror de ver a sus hijos morir, era el peor castigo para los enemigos de Dios (en el plano terrenal), como fué el caso del Faraón en tiempos de Moisés. 

En el fondo del corazón de Dios no esta contemplada la guerra, Él es amor, pero no tiene ningún problema con pelear contra aquellos que le hacen la guerra a su pueblo, (Deuteronomio 7:9-11). La perspectiva del Creador está por encima de toda categoría humana y Él tiene la prerrogativa de hacer lo que sea necesario, para que la humanidad salga de las tinieblas y venga a la luz. 

Notemos que Jesús manda a su pueblo a no turbarse ante estas noticias, sabemos que en el plano humano, una guerra es aterradora, porque puede destruir en segundos lo que ha tomado generaciones levantar. Sin embargo, el Señor dice que estos conflictos son necesarios, no porque Él así lo desea, sino por la misma condición de avaricia insaciable de los grandes intereses, (Santiago 4:1). La presencia del Espíritu Santo operando a través de la Iglesia es un muro de contención, para que estas cosas no se apoderen completamente del mundo, (2 Tesalonicenses 2:7). En vez de turbarnos, Jesús nos manda a levantar nuestro ánimo espiritual, sabiendo que la redención está a las puertas, (Lucas 21:28). Hace muchos años esto comenzó a suceder, o sea, que debemos como nunca antes estar listos, porque el arrebatamiento de la Iglesia será en cualquier momento y debemos estar listos, porque se levantarán solamente aquellos que hacen la voluntad del Padre, (Mateo 7:21-23; Lucas 21:36). 
Recordemos que la voluntad del Padre comienza en nuestra alma: Separarnos del pecado y renovar nuestro entendimiento, conforme al carácter del Señor.  A partir de esa relación íntima y personal, Dios nos moverá hacía las labores que se necesitan realizar, (Filipenses 2:12-16). 

Por eso hacemos eco de las palabras del apóstol Pablo,
“Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor.” (1 Corintios 16:13,14). 

No te pierdas la próxima publicación donde estaremos hablando de las señales de las plagas, hambres y terremotos. Dios les bendiga...

Thursday, April 2, 2020

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 6)

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 6)
“Mateo 24: Mirad que no seáis engañados”   

Este es el sexto artículo que traigo de manera consecutiva, sobre el presente siglo malo. Recordemos que esta época se caracteriza por la intensa actividad demoníaca, en los postreros tiempos, a raíz de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Hemos visto que en la cruz, Jesús pagó el precio legal ante el trono del Padre por nuestra redención y literalmente llevó cautiva nuestra cautividad y dotó de dones espirituales a su Iglesia para militar triunfantes, sometiendo toda fuerza del enemigo bajo el estrado de sus pies, (Efesios 1:18-23; 4:7-16). La victoria de Jesús  a su vez le anuncia a Satanás que le queda poco tiempo, lo cual hace que tenga mucha ira  y se levante contra la humanidad como nunca antes, especialmente contra Israel y la Iglesia, (Apocalipsis 12:9-17). 
Muchas personas piensan que Satanás viene en forma de un monstruo rojo, con cuernos y un tridente, pero nada más lejos de la realidad. El es la mente maestra detrás de todas las desgracias de este mundo; de manera directa o indirecta, opera para dañar y destruir la creación de Dios. El enemigo es capaz de disfrazarse de ángel de luz y engañar en todas las esferas de la sociedad, (2 Corintios 11:14,15; Efesios 6:12,13). 

En el capítulo 24 de Mateo, Jesús nos entrega ciertas profecías de suma importancia para los eventos del fin; unas aplican a la humanidad en general y otras tienen que ver con la nación de Israel en medio del período de la tribulación,
“Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán...” (Mateo 24:3-5). 

En estos versículos se nota que hay una inquietud en los discípulos de conocer sobre los eventos que conducirían a la venida del Mesías y la restauración total de la nación de Israel. Obviamente la visión es terrenal, ya que todavía ellos no tenían el entendimiento sobre el plan de Dios para la Iglesia. La respuesta del Señor se dirige hacía algo más importante: La preparación y el cuidado que debemos tener para ser parte del reino de Dios. Habló sobre el engaño y la confusión que habría en torno a la interpretación de la sana enseñanza y su segunda venida. Ciertamente hemos visto algunas de las múltiples maneras que Satanás ha usado a través de la historia para cegar o trastornar el entendimiento de los incrédulos para que no reciban la iluminación del conocimiento verdadero del evangelio. Cuando Jesús dice que muchos vendrán supuestamente en su nombre diciendo: Yo soy el Cristo, no se refiere que literalmente dirán eso, porque sería muy obvio el engaño. Se refiere más bien a gente pseudocristiana que traen supuestas nuevas revelaciones, con las cuales pretenden arrastrar seguidores que no cuestionen sus enseñanzas, sino que sean fieles creyentes de sus ideas. Utilizan la misma Biblia, pero sacando los textos de su contexto y torciendo el significado de ellos. Esta ha sido la base de la creación de las falsas doctrinas en el Cristianismo. El Señor ha establecido que Él es la puerta para la salvación, todo el que pretende entrar por otra puerta, es un ladrón o salteador, (Juan 10:7-11). La Biblia nos advierte una y otra vez, sobre la conducta de este tipo de personas, para que nos cuidemos y no seamos engañados, (Marcos 13:22; 2 Pedro 2:1). 

La mejor manera de conocerlos es por sus frutos, no es por los milagros, ni las señales que puedan manifestar, sino por su testimonio como creyente (Mateo 7:15-20; Gálatas 5:16-26). Los dones espirituales son una realidad en la vida de la Iglesia (1 Corintios 12:4-11), sin embargo, los falsos profetas también pueden manifestar milagros engañosos, mediante el poder demoníaco, para confundir y arrastrar a los incautos al error, (Mateo 24:24; Marcos 13:22; 2 Tesalonicenses 2:8-12; Apocalipsis 13:11-13) Recordemos en el pasado, a los magos que resistieron a Moisés, que imitaron sus milagros (Éxodo 7:20-23) y a Simón el mago, que la gente lo tenía como lo más grande, hasta que llegaron los apóstoles del Señor, predicando y manifestando verdaderos milagros, (Hechos 8:9-25). En la actualidad ocurre lo mismo, se manifiestan milagros en lugares donde no se honra a Dios, sino que se veneran ídolos o se mueve el ocultismo. Por lo tanto, no podemos dejarnos llevar por los milagros, sino por la fuente del milagro. 

Hay otra manera de evitar los errores de doctrina y es a través de los métodos de interpretación. Existe mucha confusión en el mundo, porque se mueven varias escuelas de pensamiento, basándose en la sabiduría humana. Sin embargo, debemos comenzar por entender que la Biblia es un libro que surgió por revelación del Espíritu Santo y solamente Él puede darnos la interpretación correcta, 
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:19-21) 

No es lo mismo el conocimiento académico, que la revelación espiritual. En el primero se adquieren conocimientos históricos, culturales, demográficos y hasta cierto punto se entienden algunas verdades espirituales, pero en la revelación aprendemos, con la ayuda del Espíritu, la importancia de las verdades espirituales, su aplicación a nuestras vidas hoy y cómo se confirma esa enseñanza con otros pasajes bíblicos.

El primer paso para estudiar correctamente la Palabra de Dios es desligarte de los prejuicios y dogmas de tu denominación religiosa y con corazón humilde pedirle a Dios que te revele su Palabra, porque si su Espíritu Santo fue el que inspiró las Sagradas Escrituras, Él es quien mejor nos puede ayudar a comprenderlas y librarnos del error. 

Por otra parte, existen varios métodos de interpretación que pueden ayudarnos o confundirnos en el proceso. El método más confiable es el gramático-histórico-literal, por varias razones:
  1. Fue el que utilizó nuestro Señor Jesucristo, los apóstoles y los precursores de la iglesia del primer siglo. 
  2. Indaga sobre el trasfondo histórico de lo que se dice, porqué se dice, a quien iba dirigido el mensaje y bajo qué circunstancias se escribió. 
  3. Toma en cuenta la cultura en que se escribe.
  4. Confirma las enseñanzas espirituales con otros pasajes bíblicos, bajo el principio infalible de: “La escritura interpreta la escritura”. 
  5. Sabe identificar e interpretar las figuras literarias contenidas en los pasajes, tales  como las metáforas, símiles, hipérboles, analogías, simbolismos, tipos, etc. 
En adición, la postura “dispensacionalista” es la más correcta para comprender que Dios ha trabajado con la humanidad, a través de dispensaciones o periodos de tiempo, donde establece  y administra pactos que definen el trato que ha de tener con los seres humanos. Cada dispensación es dada de acuerdo al nivel de comprensión espiritual que tienen las generaciones, desde las más antiguas y sencillas, hasta las más avanzadas y complejas (revelación progresiva). Es semejante al padre que enseña a su hijo de cierta manera cuando es niño, sin embargo cuando es adulto le enseña otras cosas, sin contradecir lo que le enseñó primero; todo es parte de verdades que se imparten de acuerdo al nivel de entendimiento. 

Recomendaciones:
  1. Cuidado con los "profetas de cuartos oscuros" que siempre están rodeados de una aureola de misticismo. En ocasiones se meten a las casas de los creyentes a hablarles supuestamente por el Espíritu, buscando arraigo en el creyente débil y desconocedor de la palabra. Por lo regular Dios tiene sus profetas en la congregación, a quienes usa en los momentos precisos para hablar a la congregación o a una persona. Casi siempre los falsos profetas hablan de cosas que sospechan o son predecibles o genéricas. Lamentablemente esta ha sido la historia de muchas personas que han caído en las garras de estos lobos rapaces, (Mateo 7:15; Hechos 20:29-31; 2 Timoteo 3:6,7). Recuerda que cuando Dios quiere hablarte, Él toma la iniciativa y te habla, por el profeta, por la predicación, por el estudio bíblico, por un testimonio, por una canción, en la intimidad de la oración; no hay que estar corriendo detrás de los profetas para oír la voz de Dios, como hacían muchos con los espiritistas, antes de conocer al Señor.   
  2. Están los que se consideran la única voz de Dios en este mundo. En el papado se considera vicario de Cristo al que está de turno en el pontificado, lo cual es blasfemia en sí misma, ya que el término “vicario de Cristo” significa el sustituto de Cristo en la tierra. El sustituto tiene que ser de la misma dignidad y poder del que sustituye, un ser humano jamás podrá tener esas cualidades; por lo tanto, el único sustituto que tiene Cristo en este mundo es el Espíritu Santo, que habita en cada creyente y nos guía diariamente a vivir en obediencia a la ley de Dios, (Juan 14:26).
  3. Tengamos cuidado de los que ven en la obra de Dios una fuente de lucro personal. Muchos son muy elocuentes, con argumentos muy buenos, pero su excesivo amor a las riquezas los mueve a predicar constantemente sobre los temas de las ofrendas, el pactar con Dios, abundancia material, príncipes de Dios, hijos de un gran Rey y otros conceptos, que aunque son correctos hasta cierto punto, son abusados constantemente, haciendo mercadería del pueblo, (Mateo 23:16-23; 2 Pedro 2:1-3) No cabe duda que el dinero es importante para sostener materialmente la misión eclesiástica, pero no es el mensaje central; cuando la iglesia se concentra en llevar el evangelio correctamente y se ve la efectividad en la comunidad, las personas aportan voluntariamente, sin tener que presionarlos en lo absoluto, (Tito 1:10,11; 1 Pedro 5:2,3). 
  4. Cuidado con las congregaciones que desarrollan mentalidad de comuna o secta y se desligan de la comunión con las demás denominaciones cristianas de sana doctrina. Los líderes de este tipo de congregación hacen creer a los feligreses que los concilios y demás movimientos cristianos se han corrompido y ya no predican la verdad, que solamente ellos se han guardado en el camino correcto. El profeta Elías había caído en ese error, pensando que solamente él había quedado de los fieles, pero Dios le aclara que todavía quedaban 7,000 rodillas que no se habían doblado ante Baal, (1 Reyes 19:13-18; Romanos 11:2-4). Nunca debemos desentendernos de nuestros hermanos de otras denominaciones de sana doctrina; aunque haya diferencias en algunos puntos, el Señor nos ha llamado a unidad  y a sobrellevarnos los unos a los otros en amor, (Juan 17:11-23). Es muy peligroso separarnos de la unidad del cuerpo de Cristo, esto lleva a que Satanás gane ventaja, engañe a los líderes con la misma palabra de Dios y los conduzca a un visión equivocada del evangelio. Recordemos los casos de suicidio masivo en Guyana, bajo el liderato de Jim Jones y el desastre de Waco, Texas, bajo la influencia de David Koresh. Otros han cometido grandes errores al sacar sus hijos de las escuelas para irse a cierto lugar a esperar el arrebatamiento. Eso ocurre por la mala interpretación de la Escatologia, por lo cual muchos perecen, porque no se han ocupado de entender la palabra de Dios, (Oseas 4:6).      
La incursión de los falsos líderes en la Iglesia del Señor ya estaba contemplada en la parábola de la semilla de mostaza, donde la más pequeña de las semillas, una vez sembrada, se hace la más grande de las hortalizas, (Mateo 13:31,32). Evidentemente la semilla de mostaza es el reino de Dios, que tuvo sus comienzos de evangelización con Jesús y doce apóstoles, pero con el pasar del tiempo se ha expandido por todo el mundo. Sin embargo, las aves de los cielos o de rapiña, ven la oportunidad de tomar ventaja personal y se arriman, haciendo sus nidos en las ramas.  

Estas advertencias nos ayudarán a tomar las precauciones y cuidarnos de los engaños de los falsos profetas y maestros, en estos tiempos postreros. 

Continuará…