Tuesday, March 3, 2020

EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 3)


EL PRESENTE SIGLO MALO (Parte 3)
“El misterio de la iniquidad”

Hoy continuamos con el interesante tema del presente siglo malo, a la luz de las Sagradas Escrituras. Notamos que este tiempo se caracteriza por el desesperado intento de Satanás de destruir la obra de Dios, ya que sabe que su tiempo es corto, (Apocalipsis 12:12). Es importante fijarnos en que el grito de advertencia que se emite con la caída del enemigo, incluye el mar: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!...” Esto nos indica que los efectos de la ira del diablo y sus demonios se harán sentir en la creación completa, (Lucas 21:25,26). 

El apóstol Pablo nos habla sobre un plan maestro que Satanás está desarrollando gradualmente, con el ilusorio objetivo de desplazar a Dios y quedarse con el gobierno de este mundo, (2 Tesalonicenses 2:7-10). Se le llama “el misterio de la iniquidad”, es una actividad oculta, pero bien organizada que envuelve la globalización o proceso de integración mundial en los ámbitos económico, político, tecnológico, social y cultural. 

Está diseñado para traer un nuevo orden mundial, donde se desechen los mandamientos de Dios y se dé lugar a una supuesta justicia social. Hace mucho tiempo, el salmista David, en palabra profética había anunciado sobre este tiempo, (Salmo 2:1-12). 

El nuevo orden mundial es producto de la semilla de la rebelión que sembró Nimrod en la humanidad, desde los días de la torre de Babel (Génesis 11:1-9). Es una forma de pensamiento que alega tener la solución para los problemas de la humanidad. Pretenden cambiar la adoración del Dios verdadero por cultos creados para satisfacer las pasiones desordenadas  y no sentirse culpables, (Romanos 1:18-32). 
Toda la falsa enseñanza y el engaño que se originó en Babel ha seguido corriendo en la historia, principalmente a través de imperios como Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. Estos han sido los portadores, pero se ha diseminado por todo el mundo, hasta nuestros días, (Apocalipsis 17:9-11).    

Este plan ha cobrado más fuerza, a raíz de la expulsión de Satanás de las esferas celestiales y afecta todos los aspectos de la vida de los seres humanos, sean creyentes o no. Cómo dijimos anteriormente, la materia prima del enemigo para causar destrucción es la propia concupiscencia y necedad de las personas, a través de las cuales puede crear situaciones que ayuden a su propósito de matar, robar y destruir, (Juan 10:10; Santiago 1:13,14).
Algunos ejemplos de concupiscencia son: La ambición de poder, el deseo de controlar a otros, la avaricia, el deseo sexual descontrolado, la ira, el rencor, el orgullo, entre otras muchas actitudes que vienen con el temperamento de las personas y que se desarrollan a través de la crianza y las experiencias personales. Satanás y sus ángeles caídos conocen estas debilidades en los seres humanos y las exacerban para provocar toda clase de males en el mundo. Esto ocurre en todos los niveles de la sociedad, ya sea clase pobre, media, alta y hasta los gobiernos de las naciones, (Apocalipsis 16:13,14). 
No hay filosofía humana de meditación, ejercicios, alimentación o actitud positiva que pueda contra esta realidad. Muchas de estas técnicas tienen su valor y beneficio a nivel terrenal, pero cuando se trata de la lucha contra el pecado y las fuerzas del enemigo, se hacen inútiles, (Colosenses 2:23).
Las únicas personas que escapan a esta condición son los que han sido libertados por el poder del sacrificio redentor de Jesús (la Iglesia de Jesucristo). 

El profeta Daniel tuvo varias visiones sobre los acontecimientos mundiales que comprendía desde su época hasta la segunda venida de Jesucristo. Entre esas revelaciones está la visión de las cuatro bestias (Daniel 7), tres de las cuales ya son historia, ya que se referían al propio imperio de Babilonia, donde Daniel vivía; Medo-Persia que luego los conquistó (Daniel en su ancianidad vio la transición hacia este imperio); luego el imperio Macedonio y el cuarto fue el imperio romano. Este último dejó preocupado al profeta, porque notó que era muy diferente de los anteriores, ya que era sobremanera fuerte, despiadado y destruía toda la tierra y a sus moradores, (Daniel 7:7,23). Daniel no entendía lo que veía, porque no era para su tiempo, él solamente era el recipiente de la revelación. Sin embargo esta profecía se abre ante nosotros, porque somos la generación a la cual se refería la visión, (Daniel 12:8,9). 

Dios estaba revelando que ese cuarto imperio mundial (Roma) que tuvo su caída política final en el año 1,453 aC., pero que siguió dominando al mundo en su forma religiosa, tendría un resurgimiento al final de los tiempos, de una manera asombrosa, (Apocalipsis 13:3-5; 17:8-11).   
Será un gobierno de dominio mundial, subyugará y causará grandes estragos en toda la tierra, los peores de toda la historia de las civilizaciones. 
Se describe que será fuerte en gran manera y tendrá dientes grandes de hierro. Esto nos habla de la sofisticada tecnología de los tiempos finales que será utilizada para controlar a la humanidad. Será una resurrección del antiguo imperio romano, pero con mucho más poder y crueldad, (Apocalipsis 13:3,4). Era tan espantoso e impresionante lo que el profeta vió, que quedó asombrado, turbado y pensativo durante algunos días, (Daniel 7:15,28). 

El pasaje de Apocalipsis 13 nos describe a la misma bestia con más detalles, ya que dice que tendrá siete cabezas, diez cuernos y una diadema en cada cuerno. A la luz de la revelación bíblica, las cabezas son 7 reinos que han dado continuidad e impulso a la filosofía anti-Dios que se originó en la Torre de Babel (Génesis 11:1-9). Así cómo mencioné anteriormente, estos imperios fueron Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Macedonia, el sexto es Roma y al cabo de los días, el imperio romano revivido (séptimo), de donde surgirá la figura del anti-Cristo (el octavo o cuerno pequeño), quien gobernará el mundo por poco tiempo, antes que vaya a su lugar de perdición, (Daniel 7:24-27; Apocalipsis 17:9-11). 
También se nota en el capítulo 13 de Apocalipsis, que tendrá diez cuernos con diademas, lo que nos indica que  serán diez reyes o bloques de naciones que dominarán, mediante la globalización, toda la economía mundial, (Daniel 2:41-44; 7:24,25; Apocalipsis 17:12,13).
Esta sería la trayectoria, a grandes rasgos, del misterio de la iniquidad, cuyo propósito final es traer a Satanás a reinar sobre el mundo, en la persona del anti-Cristo.   

Globalización, proceso histórico de integración mundial
La globalización se define como un proceso histórico de integración mundial en los ámbitos económico, político, tecnológico, social y cultural, que ha convertido al mundo en un lugar cada vez más interconectado. Esta definición, a simple vista parece muy buena y conveniente, sin embargo contiene todos los elementos necesarios para el desarrollo del misterio de la iniquidad, como veremos a continuación. 
Siete características claves de la globalización:
1. Libre comercio- A medida que el proceso de globalización crece, se fomenta el desarrollo e implementación de diversos tratados de libre comercio de bienes y servicios entre países de un mismo o de diferente continente o región, con el fin de expandir los mercados y acrecentar la economía y productividad. Esto dá base al desarrollo de bloques económicos que controlen la economía mundial. Cada uno tiene cierto números de países miembros, por ejemplo, 
1.El Tratado de Libre Comercio de América del Norte-  Abarca a Canadá, Estados Unidos, Mexico.
2.Alianza del Pacífico- Incluye a los países a lo largo de la costa este de Sudamérica. 
3.Mercosur- Agrupa los países del centro y oeste de Sudamérica.
4.Comunidad del Caribe (CARICOM)- Envuelve a los países caribeños.
5.Sistema Integración Centroamericana (SICA)- Representa países de Centroamérica.  
6. Unión Europea (UE)- Contiene cerca de 15 países del continente europeo.
7. Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG)
8. Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC). 
9. Unión Económica Euroasiática (UEE). 
10. Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). 

Existen más divisiones y subdivisiones, pero estas son las principales; cada uno de estos bloques económicos es representado en las Sagradas Escrituras como un cuerno con diadema y es parte de la gran bestia de la globalización que se cierne sobre el mundo, (Daniel 7:24). 

2. Industrialización- La globalización impulsa el continuo desarrollo industrial de los países con economías fuertes y a su vez, favorece la industrialización de gran cantidad de países en vía de desarrollo, especialmente en Latinoamérica y Asia. Esto también genera una mayor integración económica internacional y empleos. Esto se ha hecho de forma desmedida y ha resultado en la destrucción de los recursos naturales, formas de vida silvestre que ayudan al balance ecológico, la contaminación del aire, lagos, ríos y océanos. Esto a su vez, ha contribuido al sobrecalentamiento de la tierra, el descongelamiento de los polos, la aparición de fenómenos naturales como huracanes de alta intensidad, tornados devastadores, la activación de volcanes peligrosos por todo el mundo, terremotos y surgimiento de enfermedades mortales. Por causa del monopolio de unos cuantos poderosos, se ha obstaculizado el cambio de energía fósil a energía alterna, lo que minimizaría los costos y la contaminación. 

3. Sistema financiero mundial- El sistema financiero se ha expandido y ha dado origen al mercado de capitales mundiales. Instituciones como el Banco Mundial de Comercio y el Fondo Monetario Internacional tienen una responsabilidad muy importante en cuanto a la toma de decisiones y formulación de políticas financieras. Las grandes corporaciones internacionales han tenido un papel fundamental en el proceso económico y financiero a lo largo de la globalización, y han recibido apoyo de parte de dichas instituciones financieras. Sabemos por las escrituras proféticas que esto facilitará el establecimiento y control del comercio mundial, durante el período de la tribulación, (Apocalipsis 13:15-17). 

4. Globalización económica- La globalización económica ha producido la expansión de las diversas actividades económicas, lo que a su vez genera un acelerado intercambio de mercancías, bienes y servicios a nivel nacional e internacional. Por esta razón, se han creado diversos reglamentos en el mercado, a fin de observar y analizar la actividad económica de un país y del mundo en general. Es parte del desenfreno consumerista de los últimos tiempos, (Daniel 12:4; Mateo 24:38,39; Lucas 17:26,27; 21:34-36). 

5. Conectividad y telecomunicaciones- El desarrollo de las tecnologías, las          comunicaciones y el internet han sido piezas fundamentales para la globalización. Las personas, los políticos, los empresarios, entre muchos otros, buscan las comunicaciones rápidas y sin fronteras, a fin de compartir e intercambiar conocimientos, información, tecnología y cultura entre países y regiones. Son grandes herramientas para propagar el mensaje del evangelio hasta lugares muy remotos. 

6. Movimiento migratorio- La globalización impulsa el movimiento migratorio de millones de personas en busca de un mejor empleo y calidad de vida. Las empresas o corporaciones multinacionales amplían sus instalaciones a nivel mundial y generan nuevos puestos de empleo y tránsito de personal de un país a otro, según la capacitación, formación y disposición del individuo. Esto resulta en beneficio de los países que reciben gente preparada o dispuestas a prepararse para aportar al bien de la comunidad, pero cuando son gente desplazadas por las guerras, el hambre o la pobreza y no tienen la intención de reinventarse, se vuelven una gran carga para el país que los recibe. 

7. Nuevo orden mundial- Se plantea un nuevo orden mundial tras el proceso de la globalización por causa de las nuevas políticas, tratados y conexiones comerciales, culturales, tecnológicas, políticas y económicas, a fin de determinar un orden y control internacional.
Por ejemplo, en lo económico se abren nuevos mercados, se propicia el libre comercio a fin de entrelazar las economías nacionales e internacionales.
En lo político, se establecen reglamentos que delimitaban un orden, derechos y libertades al comercio. Y en lo cultural, se intercambian costumbres, valores y tradiciones. 
Aquí hay que preguntarse: ¿Quiénes tomarían el control del nuevo orden mundial?, ¿Qué mentalidad o filosofía de vida se implementaría?, ¿Cuáles serían las nuevas restricciones?, ¿Qué áreas de nuestras vidas afectaría? Las Sagradas Escrituras nos anticipan que el objetivo  de todo este proceso histórico de integración es entregar el reino de este mundo a Satanás y desarraigar toda idea de Dios del corazón de la humanidad, (Daniel 7:24-27; 2 Tesalonicenses 2:3,4; Apocalipsis 17:16,17).  

Características de la globalización:
  1. Es un fenómeno global, envuelve a todos los países del mundo. 
  2. Abarca todos los aspectos de la vida humana y social.
  3. Es desigual y asimétrica, ya que repercute de formas muy diferentes según el nivel de desarrollo de cada país y su cuota de participación en el poder mundial.
  4. Es impredecible, es decir, sus resultados no pueden ser anticipados. 
  5. Depende de la conectividad y de las telecomunicaciones. 
  6. Supone la reorganización de los sistemas de producción, llevándolos a un solo centro de comando. Globaliza las mercancías y favorece la uniformidad del consumo. 
  7. Se constituye en un modelo financiero mundial.
La globalización es parte de la obra siniestra del enemigo, en este presente siglo malo; tomará  fuerza y control después del arrebatamiento del pueblo de Dios. La obra del Espíritu Santo, operando a través de la Iglesia, es un muro de contención para este sistema, el cual introducirá al anti-Cristo por rey sobre este mundo, (2 Tesalonicenses 2:6-10).

Debemos tener conciencia de estas realidades, para no dejarnos arrastrar por la corriente de los tiempos. Nos unimos a las palabras del apóstol Pablo a Timoteo: 
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.” (2 Timoteo 4:1-5).  

En la próxima edición hablaremos sobre el avance de la ciencia, la carrera armamentista y el desarrollo de la inteligencia artificial. Dios les bendiga. 

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