DESTRUCCIÓN DEL ANTICRISTO, AUNQUE NO POR MANO HUMANA
“Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.” (Daniel 8:25)
En este punto de la historia el cerco se irá cerrando para el hijo de perdición. Cuando Satanás y sus ángeles caídos piensen que están ganando la batalla contra Dios, es cuando se darán cuenta de que estarán encerrados y atrapados en sus propias redes. Todo parecerá ir bien para ellos cuando al comienzo del período de la tribulación logren hacer un falso pacto con la nación de Israel. El pueblo judío caerá en el engaño de recibir al anticristo como el escogido profetizado. Recordemos que para la mentalidad hebrea el Mesías no tiene que ser de origen divino, sino un líder político que abogue por ellos ante la comunidad internacional y cumpla las promesas hechas a los patriarcas de ser constituidos como cabeza de naciones.
No pudieron discernir el tiempo y la obra del verdadero Mesías Jesús cuando estuvo en la Tierra y lo llevaron a la cruz, sin embargo recibirán al mensajero de Satanás como el escogido. Esta alianza había sido profetizada por el Señor mucho tiempo atrás,
“Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.” (Juan 5:43)
Esto es producto de la ceguera espiritual que ha afectado a la nación escogida desde su rechazo al Señor,
“... ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad.” (Romanos 11:25,26)
Jesús endechó con lágrimas este endurecimiento de corazón y anticipó que permanecería así hasta los días de la gran tribulación, donde clamarán de todo corazón por el regreso del verdadero Mesías,
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.” (Mateo 23:37-39)
Este clamor se producirá ante la despiadada persecución que hará el anticristo contra el remanente piadoso de Israel, los que no pactarán con el gobierno de la bestia y preferirán huir a los montes para sobrevivir. Jesús los llamó: Las vírgenes prudentes, las que esperan a que su Señor regrese de las bodas con su Iglesia desde el cielo,
“¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.” (Jeremías 30:7)
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.” (Mateo 25:1.2)
El primer evento significativo que ocurrirá en el mundo después de levantada la Iglesia será el pacto del anticristo con el pueblo judío. Se le representa como un jinete en un caballo blanco, con un arco sin flecha, recibiendo el permiso divino para manifestarse,
“Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.” (Apocalipsis 6:2)
Será el momento del que habló el apóstol Pablo en que el Espíritu Santo, después de levantar a la Iglesia, permanecerá operando en la Tierra, pero deja de impedir la manifestación del hombre de pecado para castigo de los que rechazaron la verdad de Dios y se complacieron en la injusticia,
“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.” (2 Tesalonicenses 2:7-10)
El falso pacto ofrecerá a Israel muchos beneficios, tales como:
- La reconstrucción del tercer templo
- Título de propiedad de la tierra Palestina
- Paz y seguridad de sus enemigos
- Apoyo militar-económico
- Reconocimiento internacional como nación.
Se les concederá todo eso a cambio del total desarme militar.
Todas las naciones de la Tierra entrarán en esta conspiración que pondrá a Israel en una posición muy vulnerable; incluso los árabes estarán dispuestos a ceder la Mezquita de Al Aqsa, la segunda más sagrada para el mundo islamico, con tal de destruir al pueblo judío y borrar su nombre de la faz de la Tierra. Esta conspiración está profetizada en el Salmo 83,
“Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos. Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, y no haya más memoria del nombre de Israel. Porque se confabulan de corazón a una, contra ti han hecho alianza…” (Salmo 83:3-5)
El propósito de esta alianza será llevar a Israel en un estado de falsa confianza para luego propiciar un ataque masivo de ejércitos de diferentes naciones, liderados por Rusia y de esta manera destruirlos completamente,
“En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habite con seguridad, ¿no lo sabrás tú? Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército, y subirás contra mi pueblo Israel como nublado para cubrir la tierra; será al cabo de los días; y te traeré sobre mi tierra, para que las naciones me conozcan, cuando sea santificado en ti, oh Gog, delante de sus ojos.” (Ezequiel 38:14-16)
Una vez más Dios peleará sobrenaturalmente a favor de su pueblo y destruirá por completo a estos ejércitos que arremeterán de forma trapera contra el pueblo escogido,
“Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.” (Ezequiel 38:21-22)
Esto será un gran prodigio que provocará que muchos se vuelvan a Dios,
“Y seré engrandecido y santificado, y seré conocido ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová.” (v.23)
También será un poderoso testimonio para la nación de Israel, lo cual les permitirá recapacitar y darse cuenta del engaño en que habrán caído,
“Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.” (Ezequiel 39:22)
Continuará ...
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