CONDENACIÓN DE LA GRAN RAMERA (Parte 2)
“Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.” (Apocalipsis 17:3-5)
Hoy continuamos examinando los detalles que nos ofrece este interesante pasaje del Apocalipsis. Notamos que este sistema religioso-económico es representado por una mujer ramera, debido a que se impone por la seducción y aparente encanto mundanal y va cabalgando sobre una bestia escarlata que representa el carácter homicida y engañoso de Satanás. Este sistema es enemigo abierto de la verdad de Dios, profiriendo insultos y blasfemias contra la Majestad divina, acarreando para sí una mayor condenación.
Nos describe que tiene siete cabezas. La interpretación se ofrece en los versículos 9-12,
“Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure, breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición. Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.” (v. 9-12)
La respuesta es de doble referencia y requiere entendimiento espiritual para comprenderla: Son siete montes y siete reyes. Roma, literalmente es la única ciudad en el mundo construída sobre siete montes; esto nos ubica en la misma sede donde se origina este sistema apóstata. También habla de siete reyes, de los cuales cinco habían caído para el tiempo de Juan, uno estaba vigente y el otro está todavía en el futuro nuestro. De ahí surgirá un octavo imperio, el cual será producto de los siete anteriores y durará poco tiempo.
Para entender esta visión, tenemos que remontarnos a la antigua Torre de Babel, donde se originó la primera gran apostasía de la humanidad, bajo el liderazgo de Nimrod,
“Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.” (Génesis 11:4)
El nombre antiguo de la ciudad era Bab-el que significa ciudad de luz, pero después de esta rebelión se le llamó Babel, cuyo significado es ciudad de confusión,
“Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.” Génesis 11:9)
Posteriormente se convirtieron en un imperio dominante, pero después de su caída, su nombre se sigue mencionando en las escrituras proféticas como símbolo de las personas que intentan abrirse paso en la vida por sus propios esfuerzos, sin tener en cuenta al supremo Creador. Es la religión centrada en el hombre; no en Dios. Visualizan al Señor como si tuviera que adaptarse a la mentalidad humana, aún a costa de su propia verdad. Por tal razón, este sistema religioso-comercial se llama Babilonia la Grande; será impulsado por el desmedido deseo de controlar la población mundial y acaparar los recursos del planeta.
En la construcción de la Torre de Babel predominaba una actitud de autosuficiencia, orgullo, altivez, desobediencia, idolatría. Dios sabía que jamás llegarían al cielo con esa torre, pero castigó el comportamiento temerario de esa generación.
En la interpretación histórica-dispensacional del mensaje a las siete iglesias de Asia Menor, la iglesia de Laodicea representa al sector eclesiástico que se desvía de la sana doctrina, para buscar poder económico y político,
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.” (Apocalipsis 3:15-17)
El nombre de Laodicea significa: Donde la gente gobierna. Aquí no está hablando de la jerarquía católica solamente, sino de iglesias evangélicas, amantes de la fama, el dinero y el poder. Personas que buscan aumentar sus bienes, influencia social y estatus económico utilizando artimañas o aprovechándose de las circunstancias. Una de las maneras que tienen para lograr este objetivo es falsificando las Sagradas Escrituras, evitando el mensaje de compromiso, para alegrar los sentidos de las personas. Sus templos se convierten más en clubes sociales que en lugar de oración y capacitación espiritual,
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.” (2 Corintios 2:17)
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.” (2 Timoteo 4:3,4)
“Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2 Pedro 2:2,3)
Más que una denominación religiosa, Laodicea es una mentalidad que puede engañar a cualquier iglesia que no cuide la pureza de la enseñanza de la Palabra de Dios. Por esta razón, el llamado profético es apartarse de esa corriente de pensamiento, para no correr su mismo destino,
“Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas...:” (Apocalipsis 18:4)
Este tipo de iglesia pasará al período de la tribulación y se unirá a la gran ramera y formarán lo que la escritura llama: BABILONIA LA GRANDE LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
CONTINUARÁ …