La lucha por el control de los recursos del planeta, el afán por controlar la economía y la obsesión por la supremacía armamentista hará necesario que se forme la Federación de los Diez reyes. Estos están representados simbólicamente como los diez cuernos de la bestia. Serán diez bloques o sectores económicos que abarcarán todas las naciones del planeta. Cada bloque se compondrá de cierto número de países y un portavoz que rendirá cuentas a un sistema globalizado. Por ejemplo, la Unión Europea es un bloque que se compone de 15 países, pero es solamente uno de los cuernos; Estados Unidos forma otro bloque junto a Canadá y México; está el Mercosur que agrupa varios países de Centro y Suramérica; el bloque del Caribe; el asiático y así sucesivamente el mundo se está dividiendo en sectores económicos para formar la Federación de los diez reyes. Pero no todos tienen la misma filosofía de vida, ni están de acuerdo en todo; habrá disputas entre ellos y diferencias irreconciliables, pero se unirán por el interés común: “Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.” (Daniel 2:41-43)
Veremos más adelante que este sistema globalizado de economia y comercio incluirá la marca de control para cada habitante de la tierra. Será creada y desarrollada por el falso profeta.
Estas situaciones provocarán que se desate la guerra entre naciones, aunque todavía no será la guerra de Armagedón, ya que esta última tendrá otras causas y motivaciones.
“Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.” (Apocalipsis 6:5,6)
La apertura del tercer sello tiene que ver con el hambre, consecuencia del desastre ecológico que producen las armas de guerra. La comida subirá de precio por la escasez de suministros, a tal punto que apenas se podrá comprar dos libras de trigo por el salario diario de un trabajador regular. Dos libras de trigo solamente da para una persona, cuando una familia común tiene de tres a cuatro miembros; esto hará que las personas opten por la cebada, una comida más barata, que normalmente se da a los animales y no es tan nutritiva, pero es una opción para sobrevivir. Sin embargo, el vino y el aceite serán preservados cuidadosamente, porque son administrados por la gente pudiente y serán tan caros, que la persona común y corriente no tendrá acceso a ellos. Recordemos que en los tiempos de conflicto, los gobernantes preparan refugios bajo tierra, a prueba de bombas y allí almacenan todo tipo de alimentos y agua para ellos y sus familias, mientras los pobres tienen que dejar sus vidas en el frente de guerra. Sin embargo, nada de esto les servirá cuando sigan avanzando los juicios de Dios sobre el mundo.
La muerte y la condenación seguirán a todos los que morirán por la hambruna y en rebelión contra Dios. Muchos pasarán de esta vida blasfemando, acusando al Señor por lo que ellos entenderán será un trato injusto, pero la realidad será que esto se venía hablando desde hace mucho tiempo y ellos nunca dispusieron sus corazones para recibir la verdad divina. De la misma manera habrá muchísimos que se irán salvando por la predicación de los 144,000 sellados, sobre los cuales hablaremos en otra publicación. Recordemos que el arrebatamiento de la Iglesia causará un profundo impacto en todo el mundo y millones de personas recapacitarán y se volverán al Señor, aunque eso les costará prisión, tortura y muerte.
“Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.” (Apocalipsis 6:9-11)
En este quinto sello se comienza a ver el fruto de la predicación de los 144,000. Son mártires que suben con el recuerdo fresco de su martirio, como quien despierta de una horrible pesadilla y le piden a Jesús que vengue su sangre. Llegan todavía conmocionados por el gran sufrimiento que experimentaron, pero la paz y la consolación del Señor caerá sobre ellos vistiéndoles de vestiduras de gala y llevándolos a un lugar de descanso, mientras se completa la entrada de los demás hermanos que también pasarán por el mismo proceso. En el capítulo siete se puede apreciar el gran número de mártires que seguirán subiendo,
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero...” (Apocalipsis 7:9,10)
“... Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.” (Apocalipsis 7:14,15)
En el sexto sello, el profeta describe un evento catastrófico que será como si fuera el fin del mundo, “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar.” (Apocalipsis 6:12-14)
Juan describió el evento tal como lo vió, pero todo parece indicar que será una explosión volcánica. En la actualidad existe un supervolcán, en Yellowstone, Wyoming, USA., considerado como uno de los más grandes y peligrosos en el mundo; muchos científicos entienden que si explota con toda su fuerza, puede acabar con la vida en el planeta.
De hacer erupción, la nube volcánica que produciría, sería tan espesa que taparía el sol por años; Juan lo vió como que el cielo se enrollaba semejante a un pergamino. Las cenizas volcánicas volarían por los aires y cuando desciendan parecerán como que las estrellas caen del cielo; los montes y las islas se removerán de su lugar ya que esta explosión desplazará severamente las placas tectónicas de este hemisferio, provocando terremotos descomunales que acabarán destrozando las islas y los montes en esta parte del mundo. La vegetación moriría y eso aumentaría la hambruna en todos los niveles sociales.
Dice el texto bíblico que todas las personas, sin importar su estatus social, estarán aterrorizadas y buscarán refugio en las cuevas y en los montes; clamarán por misericordia, sabiendo que el día de la ira del Señor habrá llegado y ellos no podrán evitarlo,
“Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?” (Apocalipsis 6:15-17)
Debemos recordar que la erupción de este volcán pudiera ser provocada por armas ambientales de fabricación humana, como las que posee el Proyecto HAARP. De esto ser así, no debe extrañarnos que el anticristo utilice eso para destruir los tres bloques económicos que ubican en este hemisferio: NAFTA, MERCOSUR Y CARICOM. Estos sectores económicos componen países que nunca harían alianza con ese sistema,
“Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos. Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.” (Daniel 7:7,8)
Eso explicaría la razón por la que el escenario apocalíptico se centra en los países de Europa, Medio Oriente y Asia. Nada se menciona en los eventos del fin sobre Estados Unidos y los demás países occidentales. El hecho de que este arma sea de fabricación humana, no quita que su utilización es por permisión divina, como parte de los juicios en el período de la tribulación.
CONTINUARÁ…