LA GUERRA SE EXTIENDE POR ORIENTE MEDIO
“Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.”
(Mateo 24:6-8)
En la actualidad estamos comenzando a ver el cumplimiento de esta antigua profecía dada por Jesús. Tiene que ver con los días previos al arrebatamiento de la Iglesia del Señor y el comienzo del período de la tribulación. Se habla de diferentes tipos de guerras en distintos lugares que causarán turbación y desasosiego a nivel mundial; son conflictos que causan inestabilidad en el comercio mundial, en la política de los pueblos y en la seguridad de los ciudadanos. Provocan una gran cantidad de víctimas inocentes que son obligadas por intimidación a permanecer en las zonas de combate para ser usadas como escudos humanos contra sus combatientes. Miles de familias lloran a sus muertos, entre ellos niños que han sido cocinados en hornos delante de sus padres; mujeres embarazadas que han sufrido la extirpación de sus bebés; ancianos y personas inválidas molidas a golpes; padres de familia que han sido llevados a túneles subterráneos para ser torturados y muertos; otros son mutilados cruelmente. Éstos son sólo algunas caras de crueles conflictos impulsados por grupos islámicos combatientes que pretenden imponer su dominio político, de filosofía fascista sobre todo el mundo. El Medio Oriente es solo el comienzo de sus aspiraciones, ya tienen sus tentáculos por Sudamérica, Méjico y grupos “marginados” en Estados Unidos y Europa. La primera línea de defensa la está peleando la nación de Israel en el Oriente Medio contra tres milicias yihadistas islámicas financiadas y entrenadas por Irán. Éstas son:
- Hamas- Ataca a Israel por la región sur, desde la Franja de Gaza.
- Hezbollah- Por el norte, desde el sur del Líbano.
- Los hutíes- Bombardean desde la región de Yemen, al norte de Arabia Saudita. Obviamente Israel está dominando en todos los frentes, aunque no deja de ser lamentable la situación.
Los hutíes están secuestrando y bombardeando buques comerciales que suelen transitar por el Mar Rojo, afectando el 15% del comercio mundial y el 30% del transporte de combustible. Ante esta amenaza internacional, Estados Unidos e Inglaterra entran en el conflicto y bombardean los enclaves principales de sus tropas. Los hutíes amenazan con extender la guerra. Por otro lado Irán atacó militarmente a Pakistán; Corea del Norte amenaza con la guerra a Corea del Sur, declarándola constitucionalmente su principal enemigo; China amenaza con atacar y anexar a Taiwan, alegando que es parte de su territorio.
Todas estas batallas regionales y amenazas de guerras solamente están cociendo el caldero para una gran batalla mundial que amenaza con la extinción de la vida en la Tierra,
“... Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.” (Mateo 24:22)
Analizando la causa espiritual de estos conflictos, las escrituras proféticas nos hablan de un principado de las tinieblas que tiene la cualidad de ser muy fuerte e influyente; se le llama: El príncipe de Persia. Cabe aclarar que Persia es el antiguo nombre de Irán, el principal financiador de los grupos terroristas en el mundo y agente desestabilizador para la paz en el Medio Oriente. Los ángeles regulares no pueden combatirlo, solamente el Arcángel Miguel y sus ejércitos tienen la fuerza para rebatirlo,
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.” (Daniel 10:12,13)
El príncipe de Persia es el principal ente espiritual que provoca el odio contra la nación de Israel y procura su destrucción. Por esta razón Dios también tiene sus ángeles más poderosos velando sobre su pueblo escogido y de esta manera evitar su aniquilación,
“En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” (Daniel 12:1,2)
La Iglesia del Señor juega un papel muy importante en esta lucha espiritual. La oración intercesora, el poder del Espíritu Santo obrando a través de los creyentes verdaderos y ungidos, la vida de obediencia a la voluntad divina y el sacrificio abnegado para impulsar la causa del evangelio, ponen un muro de contención para que las fuerzas del enemigo no puedan apoderarse completamente de la Humanidad,
“... ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.”
(Apocalipsis 12:11)
Esto será así hasta el día del arrebatamiento, donde la Iglesia será trasladada a las esferas celestiales y el Espíritu Santo permitirá que la maldad arrope al mundo como nunca antes, para castigo de las personas que rechazaron la verdad y se complacieron en la injusticia,
“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.”
(2 Tesalonicenses 2:7-10)
Hermanos, tomemos nuestro lugar en las filas del Señor, pongamos en acción los dones y talentos que Dios nos ha concedido mientras el día dura. Tu oración y la mía, por más sencilla que parezca, tiene un efecto poderoso en el mundo espiritual, sí se hace con fe y obediencia a la Palabra de Dios,
“Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo. Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo…” (1 Tesalonicenses 5:4-9)
“... fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.”
(Efesios 6:10-13)
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…”
(2 Corintios 10:3-5)