EL MISTERIO DE LA GRAN RAMERA: Apocalipsis 17:7-12
En pasadas publicaciones hemos explicado someramente el origen y desarrollo del sistema de la gran ramera. En los versículos 7-12 del capítulo 17 de Apocalipsis son revelados los detalles de este misterio por boca del propio ángel que hablaba con Juan,
“Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición. Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia.” (Apocalipsis 17:7-12)
Este capítulo es una extensión del capítulo 13, donde se describe al falso profeta o líder máximo de este sistema apóstata de la cristiandad, como el aliado principal del anticristo y quien preparará el camino para su manifestación,
“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió.” (Apocalipsis 13:11-14)
La bestia que la impulsa representa toda la filosofía de la antigua Babilonia, cuna de las falsas religiones en el mundo. Roma es la heredera final de las enseñanzas equivocadas que originaron la gran rebelión de la humanidad contra Dios en la Torre de Babel. Se les conoce como los “misterios etruscos” y son básicamente creencias centradas en la soberanía del hombre, en buscar placeres y libertades para vivir como cada cual desee, sin deberse a un Dios que los juzgará mas allá de esta vida. Son politeistas porque inventan sus propios dioses, conforme a lo que ellos quieren creer.
La ramera simboliza el sistema religioso que se oficializó en el imperio romano para el año 313 dC. por el emperador Constantino. Desde entonces ha sido la religión oficial del estado. Son sincréticos porque mezclan creencias del mundo pagano y adaptan las historias de sus dioses para asemejarlas a las de las Sagradas Escrituras con la idea de ganarlos para el Cristianismo (de ahí viene el nombre de ramera).
Este imperio dominaba el mundo conocido en la época de Juan. Para que no quede duda en la mente de los lectores el ángel le explica al apóstol que la mujer ramera que cabalga sobre esta bestia es la ciudad que reinaba en sus días; evidentemente el Imperio Romano,
“Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.” (Apocalipsis 17:18)
Recordemos que el antiguo imperio romano nunca ha muerto del todo; tuvo su caída política, pero ha seguido dominando al mundo bajo la forma religiosa del Catolicismo Romano. Resurgirá en los tiempos finales como un sistema que dominará todos los aspectos de la vida de los seres humanos. Han habido varios intentos históricos por lograr este resurgimiento, como es el caso del reinado de Carlomagno (768-782 dC.) y Benito Mussolini (1922-1943 dC.) pero no será sino hasta después del arrebatamiento de la Iglesia que este antiguo imperio resurgirá con tanto poder que los habitantes de la tierra se sentirán impotentes de pelear contra él,
“... y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” (Apocalipsis 13:4)
La caída política del imperio y su resurrección al final de los tiempos se ilustra como una herida de muerte que fue sanada, lo que provocará el asombro de todas las naciones de la tierra,
“Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia…” (Apocalipsis 13:3)
Notamos por las escrituras proféticas de Daniel, que este imperio es representado por la cuarta bestia que arrastrará elementos de los imperios anteriores, pero será totalmente diferente de ellos en cuanto a su fuerza, alcance mundial y crueldad,
“Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.” (Daniel 7:7)
El anticristo o hijo de perdición, surgirá de en medio de este imperio romano revivido como un cuerno pequeño que va ganando influencia hasta tornarse grande y dominante,
Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.” (Daniel 7:7,8)
En la mentalidad del anticristo está la agenda de cambiar la ley de Dios a su conveniencia y traer un nuevo orden mundial con todo el avance de la ciencia y tecnología. Bajo ese nuevo sistema de gobierno globalizado se descartará la idea de Dios y el ser humano pretenderá tomar las riendas de su propia vida en su totalidad,
“Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, trillará y despedazará. Y los diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres reyes derribará. Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo.” (Daniel 7:23-25)
Continuará…